Wednesday, October 28, 2009

¿Comer es un placer?

Qué coñazo ha dado Bolonia. Cuánta huelga, manifestación, que si privatización, que si becas-hipoteca,etc... Pero hay más efectos y consecuencias que no se tuvieron en cuenta a la hora de introducir en la UPO los maravillosos grados. Estos FP evolucionados, que tienen 3 días de clase pero han de quedarse durante todo el día en nuestra amada universidad, han visto grávemente alterado su ciclo biológico de comidas. También los alumnos que ya estábamos allí.

No estoy hablando de que el comedor, la cafetería y el segundo comedor sean malos, ni de que su comida sepa mal. Estoy hablando de que si pretendes ir a comer al salir de clase rapidito para entrar luego en la siguiente, casi que te quedas a merendar y te pides un bocata cuando consigues que te llegue el turno. Y eso si has conseguido sacarte el ticket.
El problema es grave. La UPO se ve superpoblada a la hora de la comida. El área del pasillo superior destinada a la comida es claramente insuficiente. Los alumnos deben orbitar como moscas las mesas ocupadas esperando que algún grupo (que no siempre está comiendo) se vaya para poder acomodarse. ¿Y los microondas? He oído la leyenda de que en un principio había 5, pero se fueron estropeando porque los inteligentes universitarios metían el tenedor en él.

¿Y para qué vamos a comprar más? ?¿Faltan enchufes?
¿Y para qué vamos a idear un sistema más eficiente de hostelería? ¿Acaso no está la UPO tan bien situada que los universitarios pueden irse a cualquier bar?

Qué hambre tengo, cojones...

5 comments:

  1. Por no hablar del elevado coste del menú, que a diferencia de los comedores universitarios de Granada o de la vecina US, donde el precio es de 3 euros, ronda los 5 euros.

    ¿Mi solución? Rompan todo

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  2. Y todo esto porque claramente los profes son pseudoprogres...

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  3. Hoy fué un día intenso en la UPO, señores, ¡viva la hipocresia!

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  4. Habló Harry el Sucio

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  5. Con el anonimato vamos a llegar más lejos que el metro de cocheras...

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